PUCHERO

La historia de Puchero Bean to Bar viene del café, ese grano hermano del cacao en cuanto a orígenes y procesos.

El café de especialidad y el chocolate bean to bar se dan la mano en Valladolid con Puchero.

 

El Puchero es para los castellanos símbolo de amor por la cocina pausada, arrimado al rescoldo durante horas para cocinar las legumbres o para hacer un café hervido que, previa molienda en un molinillo del que salía un cajoncito con su carga aromática,  se colaba con manga para tomar muy caliente..

El puchero de nuestra infancia arrimado a la lumbre hoy se se llama slow food, real food,... 

 

Hoy Puchero es el proyecto de Paloma y Marco. Ellos dicen de su trabajo:

"Inspirados en los infinitos matices del cacao procedente de distintas partes del mundo, en Puchero tostamos las semillas, recolectadas y secadas en origen por pequeños productores, para elaborar tabletas de chocolate artesano", es decir bean to bar auténtico.

 

Hornillos de Eresma (Valladolid) es el horgar donde se calienta este puchero, rodeado de pinos y "con el compromiso de conservar y potenciar todo el esfuerzo que los agricultores han depositado en todos y cada uno de los granos de café y semillas de cacao". Esta filosofía de respeto al agricultor es muy propia de estas tierras castellanas y es lo que honra a todos los "beantobaristas" de nuestro entorno.

 

Puchero bucea en las  notas de sabor del cacao y del café tostando justamente cada lote.

 

El resto del proceso del cacao se hace con pequeña maquinaria y con todo el respeto que el producto se merece hasta transformarse en chocolate.

PUCHERO
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